28 mar 2013

EL CEREBRO Y LA DELINCUENCIA

¿Llegará un día en el que todo nuestro comportamiento esté comprendido y estudiado? Es muy difícil pero vamos dando pasos hacia ello

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/27/actualidad/1364411067_127743.html

 

Los 96 reclusos forman en fila india. Es su último día en prisión, pero antes de salir a la calle tienen que pasar por una última prueba: el detector de futura criminalidad. De uno en uno entran en la sala donde los médicos les colocan una especie de casquete. Sentados frente a un ordenador, los todavía reos tienen que responder a preguntas y usar unos videojuegos. Parece un examen del carné de conducir. Pero no les vale haberse entrenado ni saberse las respuestas. Al otro lado del cristal, un monitor va procesando sus estímulos cerebrales. Al ver los resultados de uno de ellos en pantalla, el doctor Khiel lanza una mirada cómplice al alcaide: “Este”, apunta. No necesita decir más. El director de la cárcel se vuelve hacia su ayudante: “Toma nota. El recluso 4.567 quedará libre, pero con vigilancia especial. Antes de que pasen cuatro años lo volveremos a tener aquí”. No es una película. Y, si lo fuera, no sería muy original, porque Spielberg, en su adaptación del relato Minority report de Philip K. Dick (1956), ya usó un argumento similar. Pero si quisiéramos hacer una nueva versión de la película, la frase de que “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia” no se podría usar. Más bien, para ser justos con los derechos de propiedad intelectual, en los títulos de crédito debería figurar otra que dijera: “Basada en una historia sacada de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en su versión recogida por Science y Nature”. No es poca cosa como fuente de inspiración: se trata de tres de las publicaciones científicas más importantes del mundo.

24 mar 2013

LA HORA DEL PLANETA


Para ver fotos de magníficos lugares en la Hora del Planeta...
http://www.elmundo.es/albumes/2013/03/23/horadelplaneta/index.html





La Alhambra sin iluminación..(de Jesús García Hinchado)

La hora del Planeta... recordatorio de que no es nuestro, y es lo que dejamos a nuestros hijos
 

GANAR LA BATALLA A LA POBREZA EN TIEMPOS DE CRISIS

Los europeos no podemos pensar que somos lo más importante y que paralizados nosotros -por la crisis- los demás también pararán. Hay logros y mejoras en otros países...a pesar de nuestra crisis.
 
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Cinco años y medio de crisis han destruido millones de puestos de trabajo y cientos de miles de millones de euros en riqueza en todo el mundo. La recesión (las recesiones) ha golpeado con más fuerza a países desarrollados que a países en desarrollo. O al menos más que en anteriores ocasiones. Y eso ha provocado que en los primeros se haya generado una sensación de pesimismo generalizado y que, en muchas ocasiones, pequemos de falta de perspectiva.
Chipre, Grecia, Portugal, Irlanda o España están muchísimo peor que hace unos años y afrontan uno de los desafíos más grandes en muchas décadas. Sin embargo, la situación en el mundo dista mucho de ser equivalente. De hecho, y en algunos aspectos, la situación económica hoy es mejor que nunca antes… en toda la historia.
Hace ahora un año, supimos que, por primera vez, el número de pobres se está reduciendo en todas partes. No sólo en los países ricos, sino en Asia, América Latina y también en África. Según el World Bank's Development Research Group, "en todas las regiones del mundo en desarrollo, el porcentaje de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día y el número de pobres disminuyó entre 2005-2008".
Sus estimaciones muestran que "en 2008, 1.290 millones de personas vivían con menos de 1,25 dólares al día, el 22% de la población del mundo en desarrollo". Una disminución increíble, puesto que en 1981, "1.940 millones de personas vivían en condiciones de pobreza extrema", el 52%. Una caída de 30 puntos porcentuales en menos de tres décadas.
 

OTRA MIRADA A LA CRISIS

Podríamos aprovechar la crisis para replantearnos prioridades, ahondar en el conocimiento de nosostros mismos...
 
 
"Con la que está cayendo… date con un clavo en los dientes". Los obstáculos provocados por la crisis pueden acabar por instalarse en nuestras mentes. Frases como estas, repetidas hasta la saciedad, podrían servir como aviso: nuestros límites no sólo proceden de las circunstancias externas.
 
"En occidente buscamos la solución en el exterior cuando, la mayoría de las veces, está en nuestro interior ", sostiene el experto en desarrollo personal Laurent Gounelle. A través de su nuevo libro 'Te llevaré a un lugar donde todo es posible', el psicólogo francés pretende llevar al lector precisamente allí: "al interior de cada uno de nosotros". No es un libro de autoayuda habitual. El autor, mediante una historia, realiza una dura crítica a la sociedad occidental.
"Este sistema nos hace creer que no somos completos. Su principal error está en su base: se establece en función de la economía. Su obsesión es que consumamos. Para ello, nos crea necesidades que realmente no lo son", denuncia Gounelle. El efecto llegaría a nuestra mente creando una sensación de insatisfacción constante: "Siempre tenemos la sensación de no estar llenos. Olvidamos que el ser humano es completo por sí mismo y no necesita muchas más cosas".

¿Cómo conseguirlo?

Para Gounelle, la felicidad depende del lugar donde ponemos nuestra atención. "Si nos fijamos cada mañana en la crisis y en aquello que no tenemos, acentuamos el problema, y nos marcamos límites preestablecidos", argumenta. Propone buscar 15 minutos de soledad diarios para preguntarnos qué buscamos nosotros. Pero sólo nosotros: "Hay que escucharse a uno mismo y no tomar decisiones dependiendo del exterior, ni de sus expectativas".
Aunque es francés, conoce bien unas declaraciones de José Ignacio Wert con las que ejemplifica su teoría. "Estudiar una carrera en función de sus salidas, como dijo el ministro español, puede desembocar en una sociedad frustrada", critica.
Su pausado tono de voz y la paz transmitida a través de sus ojos permiten intuir que ya se encuentra donde pretende llevarnos. "Perdí mi empleo, lo que desembocó en la que, en ese momento, veía como una de las peores épocas de mi vida. Esa situación provocó que me replantease todo", confiesa el experto en desarrollo personal. "Al final, esa etapa acabó por ser una de las mejores cosas que me han ocurridp. Si no, continuaría trabajando en algo que no me hacía feliz. Seguramente recibía señales y no las quería ver, no escuchaba lo que pensaba. La crisis fue lo que me dio la oportunidad de quitarme las 'orejeras' y ser realmente feliz".
Tomando su experiencia como ejemplo, anima a intentar'aprovechar' la crisis actual para adentrarnos en nosotros mismos y descubrir nuestras verdaderas necesidades. "Esta crisis mundial podría llegar a cambiar los paradigmas de la sociedad", defiende. Sueña con el fin de la cultura de la posesión y el inicio de la cooperación. "Quizá las prácticas de consumo colaborativo, cada vez más extendidas por Europa, sean una señal del principio del cambio", afirma.
Laurent Gounelle no defiende la lucha contra el sistema. "Esa es una batalla perdida", sostiene. "Pero si buena parte de la sociedad cambiase, los gobiernos no podrían evitar la expansión de un nuevo modelo".